Los aceites naturales tienen grandes propiedades beneficiosas para el cuidado del rostro. Los cuales son más conocidos que otros, pero todos nos permiten lucir un rostro hidratado, suave y nutrido sin tener que gastar en costosos tratamientos de belleza.
Existen varios aceites esenciales que se usan en la elaboración de diversos productos para el cuidado de la piel. Sus extractos, en combinación con ciertas sustancias químicas, ayudan a obtener aceite naturales que permiten brindar ciertos aportes adicionales a la piel, como una mayor hidratación o humectación.
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Tener la piel bonita pasa por hidratarla a diario, repararla cada noche y mantenerla suave y elástica. Pero algunos aceites naturales van incluso más allá, aportando múltiples beneficios. Por eso, hemos hecho un pequeño recopilatorio de los 5 aceites naturales que más se usan en cuidado de la piel, para que elijas los que mejor se adaptan a las necesidades de tu piel.
- El Aceite de argán
El aceite de argán es conocido por su capacidad de añadir brillo y humectación al cabello. Pero además es un gran aceite para el rostro.
Rico en vitaminas A y E y ácidos grasos, es ideal para lucir una piel saludable, sobre todo, si tienes acné o algún problema como la psoriasis. El aceite de argán tiene propiedades anti envejecimiento que ayudan a lucir un rostro joven, radiante y saludable.
- Aceite de almendras dulces
Para suavizar la piel. el aceite de almendras dulce es muy hidratante y apto para todos los tipos de piel, incluso las más sensibles.
- Aceite de espino amarillo
Muchas mujeres usan aceites de espino amarillo para el cuidado de la piel por sus efectos positivos. El aceite proporciona una textura sedosa y suave a la piel, protegíendola contra la sequedad. Conseguiendo prevenir y retrasar el envejecimiento de la piel.
El aceite de espino tiene propiedades calmantes ante inflamaciones causadas por luz solar, quemaduras o congelamiento. Que hace posible sanar heridas y lesiones.
Beneficios del aceite de espino amarillo
- Reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular.
- Previene el aumento del colesterol malo y coágulos de sangre
- Reduce los niveles de azúcar en la sangre.
- Fortalece el sistema inmunológico y ayuda a luchar contra el cáncer.
- Mejora la función digestiva.
- Restablece la función hepática
- Combate las células cancerosas.
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