La alcachofa es un tesoro de beneficios escondidos en un sinfín de pequeñas hojas verdes. Se trata de una hortaliza tan saludable que nos permitirá perder peso con facilidad, gracias a sus virtudes diuréticas y quema grasas.
El modo de conseguirlo es muy sencillo: preparando agua de alcachofas o, en su defecto, sus infusiones. A la hora de realizar una dieta, debemos cuidar el modo en el que la vamos a llevar a cabo.
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Las dietas restrictivas y bajas en proteínas son, sin dudas, las más peligrosas. Es necesario encontrar un equilibrio y cuidar de que en todo momento dispongamos de los nutrientes adecuados.
Beneficios de la alcachofa:
- El agua de alcachofa está compuesta de nutrientes que permiten bajar de peso. Entre los que se destacan la cinarina, los fitoesteroles y la fibra, los cuales ayudan a agilizar la rápida digestión y la eliminación de grasas.
- Genera saciedad, ya que ayuda a sentirse satisfecho por más horas, a la vez que contribuye a prevenir el estreñimiento, la distención abdominal y la acidez estomacal .
- Evita adherencias en los intestinos y mantiene estables los niveles de glucosa en la sangre, minimizando el riesgo de contraer diabetes.
Sus propiedades diuréticas y depurativas aumenta la capacidad de orina de manera considerable, eliminado las toxinas, haciéndola ideal para quienes sufren retención de líquidos como la gota o la artritis.
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¿Cómo preparar el agua de alcachofas?
El agua de alcachofas es muy fácil de preparar. Tan solo se deben seguir estos pasos:
- Coger dos alcachofas de tamaño 1/2, que estén bien frescas, prietas y sanas.
- Lavarlas bien y cortar el extremo del tallo; después, cortarlas en 2 mitades.
- En una olla, introducir un litro y medio de agua y poner las dos alcachofas a hervir hasta que adquieran un tono adecuado en su cocción y se vuelvan más blanditas.
- Una vez hervidas, reservar el agua conseguida de esta cocción.
Por otra parte, nos serviremos del agua de alcachofas para pautar nuestra dieta. Habremos obtenido litro y medio de agua, y es lo que tendremos que bebernos a lo largo del día.
Su consumo puede empezar luego del desayuno: por ejemplo, una alternativa es preparar una taza de avena, una manzana y luego, consumir un vaso de agua de alcachofas.
La tomalo también después de nuestras comidas principales; recuerda que favorece la digestión, es diurética y ayuda a procesar las grasas.
El litro y medio que hemos obtenido nos va a servir para todo el día. A la hora de tomarla, acompañarla con un poco de jugo de limón y unas hojas de menta. El sabor es más agradable y los beneficios, superiores.
El litro y medio que hemos obtenido nos va a servir para todo el día. A la hora de tomarla, acompañarla con un poco de jugo de limón y unas hojas de menta. El sabor es más agradable y los beneficios, superiores.
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